¿Son seguros los dispositivos faciales?

En esta era de avance tecnológico, la belleza no se queda atrás. Los dispositivos o pistolas faciales que ofrecen masajes terapéuticos han ganado popularidad. Algunos hasta ofrecen múltiples funciones en un solo dispositivo, como terapia percusiva, microcorrientes, terapia LED y limpieza facial, todo en un único gadget con diversos cabezales. Pero, la pregunta que todos nos hacemos es: ¿realmente funcionan? ¿Ofrecen beneficios a mi piel o más bien pueden tener repercusiones? 

En realidad, no hay estudios científicos de seguimiento que respalden la efectividad de estas pistolas faciales. El uso de estos aparatos puede tener pro y contras que varían según la persona, por lo que es crucial consultar a un médico antes de probarlos. 
  
Una función popular es la terapia facial percusiva, que busca reducir la tensión y relajar los músculos faciales, proporcionando una sensación de bienestar.  Mientras que, la terapia de microcorrientes está diseñada para intentar reafirmar y tensar la piel, con el propósito de mejorar el tono muscular y el contorno de cara y cuello. Sin embargo, la regularidad de este tratamiento debe ser considerada, ya que sin la recomendación médica puede resultar contradictorio para algunos pacientes. 
  
Por su parte, la terapia de luz utilizando diversas longitudes para estimular y rejuvenecer la piel, es otra opción. Por último, la limpieza facial profunda promete eliminar polvo, grasa y residuos en el rostro de manera potente pero suave. 
 
Uno de los dispositivos más populares en el mercado es el TheraFacePro, aprobado por la FDA, pero clasificado como equipo médico de clase II, con un grado de riesgo asociado a su uso, que al igual que el resto de los dispositivos, aún carece de estudios científicos de seguimiento que aborden su eficacia y seguridad durante su uso.   
  
 ¿Cuál es nuestra recomendación?   
  
Siempre acude a un dermatólogo. La flacidez del cuello y cara se produce por la pérdida gradual de colágeno y elastina debido al envejecimiento, y cada persona tiene necesidades distintas. Lo mejor es utilizar tratamientos estudiados y respaldados por dermatólogos y especialistas. Pero, si consideras invertir y utilizar un dispositivo en casa, sigue las instrucciones del fabricante, ya que muchos tienen pautas específicas sobre la frecuencia de uso para obtener posibles resultados y, sobre todo, hazlo bajo la recomendación de tu médico.