Si tienes verrugas cutáneas esta información es para ti

Las verrugas cutáneas son crecimientos elevados, redondos u ovalados, que poder ser más claros u oscuros que la piel que los rodea. Normalmente aparecen solas o en grupos que se unen para formar placas.

Existen diferentes tipos de verrugas que afectan distintas partes del cuerpo:

• Las verrugas cutáneas comunes suelen aparecer en cualquier parte de la piel pero con mayor frecuencia afectan los dedos, las manos, las rodillas y los codos
• Cuando las verrugas comunes se encuentran alrededor de las uñas, se denominan verrugas periungueales
• Las verrugas plantares se localizan en las plantas de los pies
• Las verrugas planas suelen encontrarse en el dorso de las manos, la cara y la parte inferior de las piernas

Las verrugas son causadas por el virus del papiloma humano (VPH), que infecta los tejidos epiteliales de la piel y las membranas mucosas. Sin embargo, existen más de 200 subtipos distintos de VPH, algunos tienden a infectar sitios específicos del cuerpo.

¿Cuándo debo consultar con mi dermatólogo acerca de mi verruga? No todos necesitan tratamiento para las verrugas, ya que, en muchos casos, estas desaparecen espontáneamente, especialmente en niños.  Sin embargo, se recomienda buscar atención médica en casos de dolor, malestar, verrugas persistentes, inmunosupresión o preocupación por el estigma.

Para su tratamiento, el enfoque del dermatólogo dependerá del tipo de verruga y su ubicación, los efectos secundarios del tratamiento y la preferencia del paciente.

Una opción para tratar las verrugas es el imiquimod tópico, un tratamiento utilizado desde hace casi 20 años para diversas afecciones dermatológicas. El imiquimod al 5% funciona como un inmunomodulador tópico, estimulando la respuesta inmune local. Aprobado por la FDA para verrugas anogenitales, piel dañada por el sol y algunos cánceres de piel. No te automediques. La frecuencia y duración del tratamiento varían según la indicación, y su uso debe ser supervisado
por un dermatólogo para evitar efectos secundarios cutáneos como enrojecimiento, edema y erosión local, entre otros.

Sin embargo, en la actualidad, se encuentran disponibles una variedad de intervenciones terapéuticas, como la destrucción química o física del tejido afectado, por ejemplo, utilizando ácido salicílico, crioterapia, cantaridina, ácido tricloroacético, cirugía, láser, etc. Otra opción es la mejora de la respuesta inmune local, por ejemplo, imiquimod, inmunoterapia tópica o intralesional. También la terapia antiproliferativa.